Que tal Fernando, como va la vida ?
Hombre chavales, ya tais por aquí !
Había que aprovechar
aquel puente y los días previos fueron de un tragin casi extresante.
Comida pa un regimiento, bebida de todas clases incluido algún que
otro zumo...como siempre la intendencia estaba a la altura de
nuestros objetivos.
En esta ocasión y con
una fama ya consolidada en el Pato Azul, se unieron a la expedición
un nutrido y variopinto grupo de "personajes" propios de
una película de Torrente, ávidos de aventuras e hipnotizados por
los relatos que contábamos después de unas cuantas
copichuelas...Maeso el chigreru (q.e.d) se partía de risa cada vez
que nos escuchaba.
Decidimos hacer una selecion previa de los expedicionarios, el Garban no las tenia todos consigo...
Vamos haber:
Tu que historial alpino tienes?
Koño Garban, yo una vez de guaje fui con el colegio a la Peña Villa !
Vale, admitiu....y tu?
Yo el verano pasau subí con la muyer y mi suegra a los lagos !
Ok, das el perfil...y tu que ?
Yo vi en el cine la película VIVEN 4 veces y nun heche una lagrima !
Perfecto, apuntau....tu que Ricardo ?
A mi no me mirar, que faigo yo esti puente solu por el pueblu !
Bueno anda, pero lleva una botelluca de algo que tenga graduación !!!
Dispuesto el equipo humano y todo el tema del avituallamientoo controlao, llega eldíaa H ...
Era Semana Santa y
aunque por Lada no hacia frió, a 1.500m la cosa cambia, la primera
impresión del personal fue patética...no voy a decir nombres pero
Ricardo llevaba ¡ una gorra de marineru !
Llegamos a Tuiza sobre
las cuatro de la tarde, el día estaba muy guapu...Ricardo y el
Garban tiran pa´arriba sin esperar a nadie y nosotros a recoger la
llave a casa de Fernando.
La expedición ya esta
en marcha, el camino hasta el Meicin apenas nos llevaría 3 cuartos
de hora. No habíamos recorrido 500 m. de camino, cuando nos
encontramos a "los dos" que tenían prisa ,sentados a la
orilla del camino intentando aligerar el peso "liquido" que
llevaban en una de las bolsas...empezamos bien !!!
Sobre las 5 de la tarde
llegamos a nuestro hogar, el tiempo parecía que iba cambiar así que
lo primero encender nuestra querida cocina, deshacer las mochilas,
colocar la comida en las eeestanterías la bebida clasificada por
categorías, el Whisky a un lao, el ron en otro, el martini en la
parte alta del estante, la cerveza y el vino en la bañera que había
en el exterior y que hacia las veces de fuente para el ganado, la
coca-cola directamente en el suelo.
Una vez todo en orden,
asomamos al cuntu a ver si los rezagaos daban señales de vida...nada,
perecía que se los había tragao la tierra.
Decidimos ir preparando
la cena, no recuerdo el menú de aquel día pero seguramente
predominaría el embutido.
Cenamos, tomamos el
café...salimos otra vez al cantu, ya de noche cerrada y al cabo de
15 minutos vemos en la oscuridad y a lo lejos lo que parecía el faro
del Cabo Peñas, la luz era amarilla potente,cuando alumbraba de
frente era cegadora, tan pronto iluminaba el cielo como el suelo...en
pocos minutos aparecen Javier el Garban y Ricardo, eran las 8 de la
tarde ¡ 4 horas para subir de Tuiza al Meicin !
Sabéis el estribilloooo que dice: Un pasito pa lante Maria, 4 pasitos pa´tras.
Al día siguiente, el manto blanco se convirtió en el protagonista de todo el macizo.
Antonio el Number como
siempre el mas madrugador, detrás Pachu y el Mantecao y finalmente
Berto y el que esto escribe, los demás seguían enrroscaos en la
suite real. Bocadillo de chorizo y café con leche...
Después de dos o tres
horas dando vueltas por las "instalaciones" decidimos hacer
una excursion, lógicamente a Peña Ubiña.
Parecíamos una columna
del ejercito de Pancho Villa, unos en vaqueros, otros con su impecable
"chupa" del domingo, gafas de sol de la plaza, Ricardo con
su elegante gorra de marineru...que pintas, dios mio !!!
Llegamos al collao de
Terreros, había nieve pero se caminaba sin ningún problema,
cruzamos la alambrada y nos dirigimos al collao del Ronzon para
"intentar" subir por la vía normal...a medida que nos
íbamos acercando " a pie de vía" me daba cuenta que
nuestras posibilidades de éxito eran prácticamente nulas, se metió
la niebla justo cuando empezábamos a salvar los primeros resaltes
rocosos, con este panorama decidimos volver sobre nuestros pasos.
La llegada al refugio
fue apoteosica, tal parecía que acabáramos de realizar una hazaña
propia de los años 50.
Llevaríamos como una
hora mas o menos en el refugio festejando nuestra proeza, cuando
asoman por la puerta tres "alpinistas profesionales"
chaqueta tres cuartos de gore-tex, pantalones de la misma raza, botas
de colorinos, piolets, gafas de ventisca, casco...creo que llevaban
hasta cuerdas.
Buenos días ! saludan educadamente.
Holaaaaaa...
Observan el ambiente y
cuando descubren el estante de "los licores" casi se les
salen los ojos de las órbitas,no daban crédito a lo que estaban
viendo.
Sucumbieron a nuestros pequeños lujos, aquel día solo salieron del refugio a desbeber.
Por cierto, al día siguiente los acompañe a la cima de Ubiña, eran de Burgos.
Continuara....
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